sábado, 12 de junio de 2010

Historia de los antibióticos

Ya en la antigüedad existían métodos para combatir las infecciones. Por ejemplo los chinos hace 2500 años atrás utilizabas el moho procedente de la soya para curar las infecciones.
El primero en descubrir propiedades antibióticas de algunos organismos fue Louis Pasteur, que descubrió que ciertas bacterias podían destruir al virus que provocaba el ántrax.

Pero no sería hasta 1920 cuando se daría un avance concreto, cuando Alexander Fleming llamo lisozimas a un compuesto antibacteriano que se encontraba en sustancias naturales. Este mismo seria científico sería, por accidente, el descubridor del primer antibiótico, la penicilina.



La historia cuenta que en 1928 Fleming estaba cultivando una colonia de Staphylococcus aureus en placas cuando una de ellas accidentalmente se contamina con esporas del hongo Penicillium notatum. Por mera curiosidad, ya que el plato estaba inservible, decidió cultivar de igual manera la colonia.
Luego de un tiempo comenzó a observar que las bacterias no crecían en los alrededores de las esporas del hongo. Al verse interesado comenzó a investigar sobre el efecto que se producía y, como ya tenía alguna noción del efecto antibiótico debido al descubrimiento de las lisozimas, puedo descubrir en corto tiempo porque ocurría aquel fenómeno. Como el efecto antibiótico se producía a partir del hongo Penicillium notatum, decidió llamar al antibiótico penicilina

Pero a pesar de todos sus intentos posteriores, Fleming no pudo aislar el compuesto puro para su utilización en humanos. No fue sino hasta 10 años después cuando Howard Florey y Ernst Chain, basados en el trabajo realizado por Fleming, aislaron la penicilina y pudieron utilizarla en humanos. Este medicamento junto con la gramicidina, antibiótico usado como antiséptico externo descubierto en 1939 por Rene Dubos, fueron fundamentales en la II Guerra Mundial para la cura de la sífilis, gonorrea y cura de heridas.

De allí en más se sucederían los descubrimientos de la mayoría de los antibióticos actuales, de los que destacan por ejemplo la estreptomicina, cura para la tuberculosis, en 1944 por Selman Waksman.

En la actualidad ya se han utilizado la gran mayoría de los organismos naturales para la producción de antibióticos, por lo que es desafío es buscar modificaciones que tengan la misma o mayor capacidad antibacteriana para poder vencer la resistencia generalizada a los antibióticos que se está produciendo actualmente.

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